La escultura tiene una capacidad única para capturar un momento en el tiempo, congelarlo en una forma visible y transmitir una historia. Se trata de una figura femenina abstracta comprometida en el arte de la esgrima, con una adición impresionante y delicada en la punta de su espada, una mariposa tallada de manera intrincada. La escultura está hecha en acero cor-ten resistente con un acabado de óxido natural. Se utilizó un proceso de fundición tradicional para lograr la textura detallada de la superficie que esculpe perfectamente esta figura femenina abstracta y dinámica. La escultura de acero cor-ten es una combinación de fuerza, elegancia y sofisticación inesperada.
La multi-funcionalidad de la escultura permite que encaje perfectamente en una variedad de entornos. Ya sea colocada en una galería de arte contemporáneo, un entorno corporativo o un jardín privado, el dinamismo de la escultura atrae a los espectadores.